El país también padece una enfermedad

Pateando las Calles

Benignidad Presidente a presos políticos enfermos
El fracaso del Gobierno en salud
José “ Cheo “ Díaz

El lamentable estado por el que atraviesa el Presidente de la República ha puesto de manifiesto realidades y mitos, una de ellas es el evidente fracaso de uno de los planes banderas de la mal llamada revolución, que es el sistema sanitario.
Y es obvio, si en la propaganda oficial, en palabras del mandatario, de los diferentes ministros de salud e inclusive del padre político y mentor de Hugo Chávez, Fidel Castro se ha elogiado el rumbo que ha tomado la salud en Venezuela, se hubiese dado una transformación positiva en esta área tan vital, el jefe de Estado no hubiese tenido la necesidad de operarse en Cuba
Entonces son los Centros de Diagnóstico Integral (CDI)referencias modernas, avanzadas, exitosas para resguardar y velar por la salud de los venezolanos, es una pregunta cuya respuesta la dio Chávez cuando ni por su mente pensé examinarse en alguno de estos espacios.
Si los CDI fueran ejemplo de atención de primera, el Presidente hubiera corrido al que le queda más cerca de Miraflores. ¿ Algún ciudadano ha visto a un Ministro, Diputado, Gobernador, Alcalde examinándose en un CDI o en un hospital público. ?

En ese discurso falso que se cae por su propio peso, el ciudadano común, chavista o de la oposición, sufre los rigores de la frustración ante la carencia de una gestión que garantice la vida y salud a él y a su familia
Los CDI cuya creación son una buena iniciativa, sin lugar a dudas , cayó como se han derrumbado otros planes gubernamentales por incapacidad en sus manejos, aunado a un marco de corrupción que cercenó el derecho a la gente a ser atendida a cabalidad.
Estos lugares hoy son sinónimos de paliativos, más no solución a las carencias de los venezolanos a ser atendidos como ciudadanos de primer orden.
Los CDI al igual que los demás centros asistenciales presentan los mismos rasgos negativos que los tradicionales centros hospitalarios ; ausencia de dotación, equipos deteriorados. La única diferencia es que el personal que labora en los novísimos lugares asistencia les que surgieron en este régimen, es que a su personal no se les debe salarios, ni ningún beneficio económico por formar parte del intercambio cubano-venezolano. Mientras que quienes laboran en ambulatorios, nosocomios, dispensarios, llevan años exigiendo nueva firma de la contratación colectiva, cancelación de pasivos laborales.
En Europa los hospitales públicos no se diferencian para nada de los privados, la atención es de primera. Si en Venezuela, un país que ha contado con ingresos superiores al de la mayoría de los países del viejo continente, por los altos precios del barril de petróleo, la situación fuese similar, quienes sufren algún percance físico no desbordaran las emergencias de las clínicas privadas y menos que el Presidente de la República haya tenido que viajar al exterior en busca de atención.
Esto significa que Hugo Chávez está consciente de las limitaciones en que tienen que ejercer su trabajo el personal de los hospitales públicos y no quiso agregar otro viacrucis a sus dolencias al tener que llevar sábanas, inyectadoras, medicinas, almohadas, como cualquier otro paciente que diario desfilan con su pesadumbre por sitios colapsados, abandonados y a la buena de Dios, sólo contando con la mística de su personal, pero carentes de una real ayuda oficial
Fuera de cualquier especulación, Hugo Chávez no cree en el buen funcionamiento del sistema de salud pública del país y tampoco confía del personal médico, paramédico, enfermeras, obreros y empleados que labora en lugares como hospitales, ambulatorios o CDI.
Al margen del fracaso gubernamental en el área de la salud, en Venezuela existen clínicas con reputación y médicos especialistas calificados con extensa formación profesional y curricular, que no tiene ningún médico cubano aislado en su vieja medicina familiar, carente de nuevos conocimientos en su limitación de asistir a congresos, simposios por temor de las autoridades cubanas que no regresen a la isla prisión.

Esa decisión de buscar atención médica en Cuba, agravó el padecimiento del Presidente, distintas opiniones médicas y científicas coinciden en que la primera operación fue un error y en la segunda intervinieron especialistas españoles, lo que patéticamente muestra el atraso en salud de quienes no tienen nada que enseñarle a ningún médico venezolano con más formación y es que la medicina de hoy en día es tecnología y conocimientos, no yerbatería, pócimas, rezos, píldoras mágicas ni babalaos.
Dios quiera que el duro trance por el que atraviesa el Jefe de Estado, sea superado, que el Señor cuide sus males y que el tiempo que le queda de Presidente en Miraflores pueda corregir lo que hasta ahora es un fracaso en su gestión en salud. Que la humildad , la benignidad el temor al Todopoderoso sea sincero, que un manto de justicia ilumine su mente, su corazón y que analice si las condiciones en que subsisten prisioneros políticos como la juez Affiuni, los comisarios Lázaro Forero, Vivas, Simonovis y el abogado Peña Esclusa, son humanas, todos en un estado de salud delicados. ¡ Benignidad Presidente. Dios está en el cielo !
Utreradíaz@hotmail.com

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